Filtro
de luz:
déjalo
correr y volverá.
No te
preocupes por las sombras,
ya que
todo regresa si lo pides con éxtasis
y con
grandes dosis de sistemas asimétricos.
No
cruces la bahía a medianoche
ni
digas que también fuiste bruma de cal.
Yo
estuve lejos y tú también estabas caída
como
un paraguas de aletas azules o rojas;
los
dos por la orilla de un temprano traspiés,
como
hijos de lo dudado en los templos asiduos,
noche
tras noche, amantes de un filo de navaja
pero
sin esa fe que llega a corregir los actos,
navaja
que cortó o al menos amortiguó la caída
del
niño que enseguida fue adulto afligido.
Calambres
inseguros -de nada- ladran
y tú
blasfemas porque amas a Dios.
No nos
iremos de este mundo sin herirnos
de
tanto como nos amamos entre las noches
que
sin cesar tramitan constantes lumínicas.
¨ Todo regresa si lo pides con éxtasis.¨
ResponderEliminarTodo.
Excelente.
Abrazo grande.