Sucedáneo
de vida
es la
vida
que se
camufla en las aceras.
El
aleteo de la ingratitud
sólo comete
errores a su favor.
Así es
que hemos saludado al ocaso
con el
tintineo de una nueva esperanza.
Se
alza lo mundano ante nuestros ojos
y la
bandera de la indiferencia
rompe los
versos escritos a base
de
jergas puramente subversivas;
un
paréntesis lo dice todo
si es
necesario expresar “el todo”,
o no
dice nada de nada
por el
mero hecho de no hacerlo.
Substituto
de vida
es la
vida
que no
se quiso fumar.
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