a D. Zapata
Bautizado por
un futuro imperfecto
transito con
mis dedos el exterior
de un mañana
retocado por la virtud.
Observas un
rincón sin fisuras ímprobas
mientras el aguacero
da paso
al
desbordamiento.
Basculas tu lagrimeo
ordinario
frente al
aire que no da de comer
a sus
semejantes.
Inquietas con
tu indiferencia de siglos
al reino de
las sombras inestables.
Vendes
quietud los días impares
y nos
confieres desasosiego
los días
comunes.
Le haces un
quiebro al día menos pensado
y el reflexión
acaba siendo algo
ciertamente premeditado.
No hay comentarios:
Publicar un comentario