6 de abril de 2013

Rendición



 
Golpea mi lucidez
la barra de vanidades comunes
ahora que los arcángeles se ríen
de los hombres que olvidan
sus convencimientos
en los cazos de una inmortalidad
que jamás saborearán.

Más de cien ejércitos
agitan su aborrecimiento frente a mi ventana:
soy consciente de que al alba asediarán
mi cuerpo, mi mente y mi alma.

Y cuando esto suceda
sabré que la rendición es
la escusa de los deleznables;
yo me basto para sucumbir de pie,
al tiempo que denigro con mi sacrificio
la naturaleza putrefacta del ser humano.

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