5 de diciembre de 2012

RENDICIÓN?



a todos ellos, por aquellos tiempos
 
Los viejos hombres no quieren morir
aunque algunos jóvenes se comporten
como estúpidos suicidas.

Yo quise morir siendo joven –evidente-.
Aquella maloliente ansiedad
y el insomnio
y la depresión, incluso lo peor:
residir en el mundo
y sentirme poco o nada amado.

Me comprimía todas las noches en los versos
y milagrosamente lograba ver el amanecer.
Luego, miles de buenos consejos de buenos
y oportunos amigos, todos ellos pensadores
de un tiempo sin cronómetro concreto,
sin amores, sin mujeres ágiles, sin miedo.

Y lo cierto es que aún no he muerto.
No te parece decente este milagro?
Aún sigo creyendo que llegará Pegaso
con ojos de niño y amores juveniles
que poseen la sabiduría de los viejos.

(Del poemario "Neurosis Tremens", año 2005)

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