13 de noviembre de 2012

RASGUÉALO



Subráyalo enérgicamente
con las muecas
de los penúltimos amaneceres.

Si el intercambio neuronal
no es satisfactorio para tu psiquis
rasguea la paranoia social,
mancilla todo lo que te han enseñado
hasta el momento
y déjalo olvidado con suma antipatía
en el cesto carente de necedad.

Vocifera tus virtudes con gran orgullo,
hasta que los memos muerdan
el polvo colérico.
 

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