Sabes
que tenemos tiempo por delante
y es
por ello que lo desperdiciamos
cometiendo
actos insurgentes.
Las
bestias nos rodean con sus esputos
y tu
gimes latitudes de placeres
sin
rotura de venas;
cuelgas
mi alter ego en el odio de ayer
y las
arterias del hijo pródigo
laten
con mayor fuerza.
Cometimos
errores sabiendo
que no
saldríamos vivos
de
este apenado escenario
con detestables
actores de barro,
figurantes
carentes de sobriedad
a
fuerza de buscar verdades
entre tantísimas
falsedades usuales.
Sabes
que tenemos todo el tiempo
que
nos conceda el alimento interior…,
tanto
tiempo que ahora hemos decidido
enredarnos
con la soga harapienta
de los
adyacentes condenados.
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