Retornamos al
pasado
-inicio de
una continuidad permanente-
ataviados con
resonancias de futuro
e insignias
de vida desusada.
Nadie estaba
allí para contarlo.
La ambición
era el pan de cada día,
como un ave
que ya atravesó
la última
mazmorra,
nadie
comentaba nada sobre nada,
ni siquiera
existían voces precisas
que nos advirtieran
sobre el
punto de partida.
Retornamos al
pasado
procurando un
minuto más de vida
sin saber que
la vida
es
sencillamente una pausa
que se toma
con nosotros
la eternidad.
Que todo nos venga de cero.... si ... quiero ...
ResponderEliminar