La victoria es una cosa fría
que no entiende de pugnas.
Subes y bajas con orgullo
la cumbre señalada por el infortunio
ahora que es tiempo de cosecha
palmada,
de imágenes sin ecos,
sin sospechas ratificadas.
Pides alas y el mundo te concede niebla.
Paso a paso el boscaje se espesa,
como un marcapasos de hojalata,
se espesa la rotación de la Tierra.
La victoria es una cosa fría
que no entiende de tibiezas.
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