1 de octubre de 2013

El Silencio



Me espera el silencio.

Me sitúo en el margen izquierdo
de esta urbe cambiante
ahora que los anhelos son fallecimientos
subvencionados por el gobierno
del padecimiento discreto.

Agarramos un gato de porcelana
y lo arrojamos tan lejos como podemos
-el ruido resultante hace quebrar
nuestro hilo de prosperidad-.

Segundo a segundo
van corriendo los años que no son nuestros.
Es vida y es angustia sabernos vivos,
furiosos, soterrados en disculpas…

Nadie sabrá de mí cuando Ícaro
tumbe sus complejos de cera latente;
nadie hablará de mí a oscuras
ya que ahora me espera el silencio.
 

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