5 de febrero de 2013

NIMIEDADES




Olvidé las cosas esenciales
como quien olvida una baraja compuesta
por veintisiete comodines.
Visualicé la mortandad que llegará
cuando mis canas sean vegetales
criogénicos.

Mastiqué el asma de un difunto
hasta que supe que el tránsito
no merece todo mi respeto.
Cautivé con mi majadería
más de una docena de orgullos;
atravesé vanidades
y mis alas desgarradas
anhelaron convertirse en roedores
comedores de nimiedades.

Supe de ti y de tus insinuaciones
cuando la tierra abrigó mi cuerpo mortal
para transmutarlo en un recuerdo
apolillado por la eternidad.

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