20 de septiembre de 2012

JUGUETES QUE GIRAN





No están dispuestos los huérfanos
a jugar con sus padres muertos;
no existe mayor logro para el demente
que mantenerse firme
frente a las malignidades de un mundo
mucho peor de lo imaginado.

No están dispuestos los niños abatidos
por las balas
a dejar de girar sus juguetes
de esperanzas rasgadas
por mucho que la adultez
sea tan sólida como un peñón
sin estrías.

No es utopía esta brújula disconforme que me guía,
que me impone enardecidas revoluciones,
que no está dispuesta a señalar el norte
por mucho que los golpazos señalen mi vida.
 

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