7 de agosto de 2012

LATIDO EN VENA



Sangre…, la sangre golpea
como lo hacen los sonajeros
del horror.

Un corazón kilométrico permanece inerte
sobre la mesa, adivinando que lo fatídico es real,
sospechando que las letras del verano
son letras transitorias.

Quebrado y carcomido por las penas,
afligida canción de medianoche,
con continuidades de luna llena,
besando tumbas abiertas y diagramas
descosidos por la mano trémula
de todas mis condenas…

Sangre, venas corroídas,
deshechas  por el arte inoportuno
de vivir a base de absenta
y nihilismo.
 

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