20 de junio de 2012

LA CALAVERA



Descarga mi semántica
y guárdala en tu cajita de recuerdos precarios.
Lávame los dientes y las pupilas
con tus lágrimas de cocodrilo
y no vuelvas a decir que tengo pánico
a la hora de besar la frente de la calavera.
Socórreme cuando esté a disgusto con el mundo
y déjame morir si me ahogo en el “yo” que soy…

Sopórtame poco o nada de nada…
No merezco la pena, bien lo sabes:
por cabeza soy un objeto que siente
y presiente la muerte
de los cerebros momificados,
tristemente acartonados a consecuencia
de la fiebre y el orgullo de no saber/querer
transmutarse en PAZ o AMOR
de una noche más alrededor del ímpetu eterno
y próspero para la mayoría de seres humanos.
 

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