Corretea el musgo entre mis dientes.
El sinsabor de la noche pasada
deja lugar al orgullo de haber resistido
a las mareas fanáticas y a los minutos retraídos,
minutos que pasan sin dar explicaciones
sobre el futuro.
Corretea la cognición dentro del éxtasis.
Solo y revoloteando sobre mí mismo,
desequilibrado por motivos de idealismo,
resolviendo rompecabezas de noches en vela,
así como resuelve este musgo exaltado
roer el impulso de mis dientes.
éxtasis de profundidad... momento de encuentro con uno mismo. Muy interesante y bello. Un saludo.
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