19 de abril de 2012

MALDITO EL DÍA



Se incendió el núcleo porque el malestar
de los giros del mundo
es tan doloroso como una ventana podrida
que alguien quiso masticar.
Se incendió el núcleo y la ciudad vociferó
obscenidades sin arte ni gracia…
Maldito el día que el unicornio soltó el aguijón
y deseó contratar un fémur
para partírselo en los dientes al hijo ingrato
del padre sol y la madre luna.

Maldito el día que estuve en fase obtusa,
con ojos de lloros
y síndrome de incendio permanente,
costoso, húmedo y permanente.

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