7 de abril de 2012

ENSUEÑO

Es ahora cuando se muestra el ensueño: retorna como si se tratase de un acontecimiento post mortem o de una alucinación que realiza contorsiones a lo largo y ancho de esta habitación adiestrada por las manos caídas de la soledad y el enfriamiento de los cuerpos que décadas atrás la anidaron con sumo reparo. Minutos antes de acostarme reconozco haber sentido el hálito gélido del pesimismo y la desazón de saberme lacrimosamente mortal. Luego, habiendo decidido dejarme arrastrar por los brazos escépticos de Morfeo, he recorrido luces de otoño cáustico y valles repletos de consuelos; incluso he recapacitado sobre el pasado y el futuro que es presente continuo, llegando a la conclusión de que tras todo lo gris y/o negro reside una luz furtiva que nos otorga fuerzas para continuar caminando, sonriendo o guiñándole el ojo izquierdo a la diosa Fortuna, al amante que está por llegar para darle sentido al aislamiento actual o al cayado que sostendrá mi envejecido cuerpo. 

 Retorna a mí el ensueño dejando a un lado las negaciones que únicamente me provocaron dolores de cabeza y latigazos en el costado… Ha aparecido de la nada y ha conseguido que mi espíritu logre descansar en paz, más allá de todo lo establecido, lejos de las reglas profanas de los hombres que solamente ambicionan ser guiados por su roñoso egocentrismo. 

1 comentario:

  1. Tan paralelo el ensueño a la vigilia, tan equidistantes de nosotros, tan irreconocibles cuando observo. Grandioso poema, Alex. Nuevamente te felicito. Saludos.

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